Carbonero común, ilustre ave de los bosques y el jardín
El carbonero común es un ave familiar que se puede ver en el jardín y en los comederos diariamente.
El carbonero común es típico de los bosques, jardines y parques. Lo verás en constante cacería de insectos en ramas y hojas. Está increíblemente bien adaptado a los jardines y sin miedo alguno, será la primera ave en visitar los comederos.
Características
El carbonero común tiene 14 cm de largo y 24 cm de envergadura y vive hasta 3 años en estado salvaje.
Sus características físicas son cabeza negra, mejillas blancas, espalda verde oscura y abdomen amarillo con una franja negra en el pecho. Parecen haber subespecies como el Parus major Subespecie Newtoni Prazak, cuya característica es una línea negra gruesa que va desde el pecho hasta el abdomen. Esta línea es más baja que la especie en general.
Habitat
Vive en toda europa, en el medio oriente, en asia central y en algunas partes de norteamérica. Se le puede encontrar en granjas, pueblos, jardines, bosques y humedales.
Diferencia entre machos y hembras
Los machos tienden a tener una franja más ancha en el vientre que las hembras. El carbonero común joven tiene un lavado amarillento en la cara. Este último se ve en el verano y parte del otoño.
Huevos
Los huevos son del tamaño de un centavo. Ponen 12 huevos y la hembra los cuida sola, pero ambos padres contribuyen con el cuidado de los polluelos durante su crecimiento. Pueden tener hasta dos nidadas por año.
Nido
Los carboneros anidan en primavera. Puede ser en un nicho o apertura de árbol o roca.
Alimentación
En verano comen gran variedad de insectos, pero en invierno pueden comer pequeñas semillas y murciélagos que se encuentran invernando.
Dato curioso
En cuanto a su comportamiento, puede ser agresivo con otros carboneros más jóvenes u otras especies de aves. A la hora de comer, puede atacar a otras aves.
Un estudio afirma que el calentamiento global ha llevado a enfrentamientos fatales entre los papamoscas cerrojos y los carboneros comunes. Estos conflictos son por los sitios de anidamiento.
Los investigadores han descubierto que el cambio climático ha sido perjudicial para las aves migratorias. Los inviernos europeos son cada vez más cálidos y para los papamoscas cerrojos que viajan desde África hasta Holanda, han llegado y descubierto los sitios de anidamiento ya tomados por el ave residente, el carbonero común. Esto ha llevado a un incremento de papamoscas muertos en nidos de carboneros. El trabajo fue publicado en Current Biology, Enero 10 de 2019.
Este problema no es culpa de las aves, en realidad es el calentamiento global forzando las diferentes especies de animales a tratar de sobrevivir y adaptarse. Esto abre a la pregunta de: qué se puede hacer para reducir el cambio climático y controlar el impacto que este tiene en las aves?
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